Victoria aplastante: López Obrador ganó la presidencia de México
El líder de izquierda, Andrés Manuel López Obrador, fue elegido presidente de México este domingo 1 de julio con una victoria aplastante, que da un vuelco al sistema político dominante del país y le otorga un amplio mandato para reformar al país.
Las promesas centrales de la campaña de López Obrador (acabar con la corrupción, reducir la violencia y abordar la pobreza generalizada de México) fueron muy populares entre los votantes, pero acarrean preguntas que él y su nuevo gobierno podrían tener dificultades para responder: ¿Cómo pagará su ambicioso plan de programas sociales sin gastar en exceso y dañar a la economía? ¿Cómo librará a su gobierno de funcionarios corruptos cuando algunos de ellos fueron parte de su campaña? ¿Podrá hacer mella en la violencia inexorable de la guerra contra las drogas, que el año pasado causó más homicidios que las dos décadas anteriores?
Según los primeros resultados del conteo rápido, obtuvo más de la mitad de los votos, más que cualquier candidato desde que la nación comenzó su transición a la democracia hace casi veinte años. Como un reflejo del cambio en el voto, sus principales competidores admitieron la derrota 45 minutos después del cierre oficial de las mesas, otra primicia histórica.
Con sus socios de la coalición, es probable que López Obrador tenga una mayoría en el Congreso, lo que potencialmente le dará más poder para promulgar sus políticas.
En su discurso el domingo por la noche en Ciudad de México, López Obrador aseguró: “Llamo a todos los mexicanos a la reconciliación y a poner por encima de los intereses personales, por legítimos que sean, el interés superior, el interés general”, dijo. “El Estado dejará de ser un comité al servicio de una minoría y representará a todos los mexicanos, a ricos y pobres, a pobladores del campo y de la ciudad, a migrantes, a creyentes, y no creyentes, a seres humanos de todas las corrientes de pensamiento y de todas las preferencias sexuales”.