Sergio Uñac dejó libres a los «hijos del poder»
En época de pandemia, cuando el país estaba en Fase 1 y los argentinos tenían prohibido abandonar sus hogares por precaución ante el incremento de los contagios de coronavirus, un grupo de sanjuaninos montó una fiesta clandestina con alcohol y música hasta altas horas de la madrugada en la provincia de San Juan.
A esta fiesta clandestina, organizada el 11 de septiembre de 2020, asistieron cientos de jóvenes, la mayoría de ellos con un poder adquisitivo importante y con ciertas influencias. En un operativo policial quedaron detenidos y debían ser juzgados ya que en esa época la Justicia caía con todo el peso de la ley sobre las personas que incumplían con los protocolos sanitarios establecidos por el Ejecutivo. Sin embargo, las influencias y la corrupción del poder hizo que esto quedara en la nada.
Entre los adolescentes involucrados había muchos apellidos conocidos, pero los que más llamaron la atención fueron Mauro y Julieta Mordacci, hijos de un funcionario directo del intendente de la Capital de San Juan, Emilio Baistrocchi, ambos amigos íntimos del gobernador Sergio Uñac quien aparentemente devolvió favores dejando libres de culpa y cargo a los hijos de Mordacci, involucrado en denuncias por corrupción durante los todos los gobiernos por los que pasó, incluido en la actualidad.

Estos jóvenes, junto a 48 personas más tuvieron el honor de tener su audiencia en un coqueto teatro de la provincia que justamente es el Teatro Municipal de la Ciudad de San Juan, el cual está bajo el gobierno de Baistrocchi y su jefe de gabinete Mordacci.
Los conocidos asistentes no quisieron mostrar sus rostros antes los medios y se taparon constantemente durante la pobre audiencia que finalmente el Juez Eduardo Raed, cercano al gobierno uñaquista, decidió archivar dicha causa y fue así como la popularmente denominada Fiesta VIP llegó a su final sin culpables.
Muchas personas que no tiene contacto con el poder fueron juzgados por flagrancia, en tribunales comunes y bajo condiciones infrahumanas e incluso enviados a presión por haber incumplido con la cuarentena, simplemente por haber salido a trabajar sin el permiso correspondiente para poder llevar un plato de comida a su mesa.
Esta es una prueba contundente de cómo el gobierno de Uñac y todo su grupo de “amigos” logró intervenir en la Justicia dejando impune uno de los casos más resonantes en San Juan en la época de pandemia. Cómo siempre, los hijos del poder siempre tienen impunidad.