Podía fallar | En el Congreso se habla de ruptura en ambos bloques del FPV
Según una nota publicada hoy por el sitio digital parlamentario.com, en el Senado es donde más claramente ha quedado expuesta la división en el seno del bloque del Frente para la Victoria, que a partir de la salida del poder de Cristina Fernández de Kirchner ha pasado a denominarse -lo mismo pasa en Diputados- FpV-PJ.
Es que a partir de lo sucedido con los despidos dispuestos por Gabriela Michetti y cierta anuencia de parte del rionegrino Miguel Angel Pichetto, un sector del exbloque oficialista salió a marcarle los tantos con un comunicado diferenciador. Sirvió también para verificar la cantidad de los díscolos: 15, que después se redujeron a 12, por la aclaración de tres de los supuestos firmantes de que no habían puesto su rúbrica y reivindicaban de paso su respaldo a Pichetto.
En el Senado se habla de la intención de constituir un sector propio que sumaría más de veinte miembros y que prescindirá de la denominación “Frente para la Victoria”. Es parte de la renovación promovida por sectores peronistas que ya se mostraron juntos en Pinamar.
La nota indica que en Diputados es donde el cristinismo se ha mostrado más activo. De hecho, su titular, Héctor Recalde, fue puesto por la expresidenta de la Nación. Su antecesora, Juliana Di Tullio, también era clara y obviamente cristinista, pero su desplazamiento fue una suerte de aceptación de parte del kirchnerismo de que los tiempos han cambiado y se impone cierta apertura hacia todos los sectores, y esa fue la razón de la elección de Recalde, una figura que podría generar más consenso hacia el resto.
Lo cierto es que las medidas dispuestas por el abogado laboralista han sido hasta ahora de total alineamiento con las posturas más radicalizadas de la anterior jefa de Estado, y eso es lo que ha confirmado la incomodidad del sector peronista que busca despegarse de Cristina Kirchner.
El bloque FpV-PJ hoy tiene 95 miembros, y tal cual informó en su momento parlamentario.com, una vez se conocieron los nombres de los que se sumarían al nuevo Congreso, entre 40 y 43 son los que responden claramente a la exmandataria. Los 24 que integran además la agrupación cristinista La Cámpora y casi una veintena compuesta por exfuncionarios y miembros de sectores que no hacen pie dentro de otras ramas del peronismo y claramente se mantendrán en el kirchnerismo. No es una cifra menor, por cierto.
Fuentes calificadas anticiparon la semana pasada a parlamentario.com que los primeros que pegarían el portazo son los diputados salteños que responden al gobernador Juan Manuel Urtubey. A este grupo se sumarían también los riojanos, que ya dieron un botón de muestra el año pasado, en la recordada sesión en la que el kirchnerismo buscó -y consiguió, con mucho esfuerzo- aprobar un centenar de proyectos, ocasión en la cual perdieron el quórum durante el transcurso de la reunión al retirarse los diputados riojanos.
Pero la gran sorpresa sería la salida de un grupo de diputados bonaerenses que no se referencian en el ala dura del camporismo.
Uno de ellos sería Diego Bossio, quien ya mostró su distanciamiento al asistir a la cena organizada por el líder del Frente Renovador Sergio Massa en Pinamar. Días pasados el activo extitular de la ANSeS, que se muestra lejano al cristinismo desde que tuvo que bajarse el año pasado de su precandidatura a gobernador bonaerense, viajó a San Juan para reunirse allí con el exgobernador y también diputado José Luis Gioja, tuvieron una reunión, de la que participaron el actual gobernador sanjuanino Sergio Uñac y el director ejecutivo del Instituto Gestar –del que tanto Gioja como Bossio son máximas autoridades-, Mauricio Mazzón, hijo del recordado operador por excelencia del peronismo Juan Carlos “Chueco” Mazzón.