Piumatto pide destituir al camarista que ordenó investigar el nexo Lázaro-CFK
En un hecho insólito, la Unión de Empleados de la Justicia Nacional presidida por Julio Piumatto, emitió un comunicado en el que «rechazan las presiones sobre el Jury de Enjuiciamiento al juez Montezanti», ya que «si hay Justicia, Montezanti debe ser separado de su cargo».
Lo curioso del caso es que, mientras Piumatto acusa presiones sobre los miembros del Jury, lo cierto es que por el momento la votación se encuentra al borde del empate, con lo cual se caería el Jury. Sí, un comunicado denunciando presiones sobre los que ya tienen el voto decidido, pero que a su vez presiona a los que tienen intenciones de votar en contra de la remoción.
El caso del doctor Nestor Montezanti es de una naturaleza extraña. Camarista Federal de Bahía Blanca, fue apartado inmediatamente de su cargo luego de que ordenara al juez de primera instancia que, además de procesar a Juan Suris por narcotráfico, profundizara la investigación sobre el mismo para determinar el nexo de sus facturas truchas en el entramado de lavado de dinero entre el empresario Lázaro Báez y la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
De un modo veloz, el Juez fue sometido a juicio bajo acusaciones de complicidad en crímenes de lesa humanidad, cuando están probadas la cantidad de causas para liberar presos políticos que llevó adelante durante aquellos años. De lo que nadie habló fue del detalle procesal: Si Montezanti hacía cumplir la orden de avanzar en la investigación del caso Suris, la causa del Lázarogate que está dormida en el Juzgado Federal nº7 de Comodoro Py, se destrabaría aunque Lázaro o Cristina no lo deseen.
El comunicado en sí es una concatenación de declaraciones extrañas. «El suspendido Juez Montezanti sufrió distintas denuncias ante el Consejo de la Magistratura una de las cuales desde el año 2008 hizo la Unión de Empleados del Justicia de la Nación por reiteradas conductas persecutorias a trabajadores judiciales de la jurisdicción federal de Bahía Blanca, conducta repudiable que se extendía hacia los representantes de la Unión en dicha localidad avasallando derechos laborales y gremiales», sostiene el comunicado. Increíblemente para personas que representan a empleados del Poder Judicial, los argumentos no fueron esos, sino que se sumaron en el camino. Principio básico de una acusación: nunca cambiar el objeto procesal. Sin perjuicio de ello, cabe aclarar que el personal del Juzgado que fue a declarar en el Juicio, se dividió entre los que se quejaron de Montezanti y los que no.
«El suspendido Juez Montezanti sospechado de haber pertenecido a la organización terrorista y paramilitar de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA) en los años previos a la dictadura militar, curiosamente resultó haber pertenecido a los servicios de inteligencia del Ejército en la órbita de la Universidad durante el periodo dictatorial como PCI en la órbita de la Universidad del Sur». Otro punto insólito, más si tenemos en cuenta que Julio Piumatto es abogado: si está sospechado, no es culpable hasta que la sentencia firme de un juicio diga lo contrario. Curiosamente, ese hecho fue peleado en sede judicial por el propio Montezanti, quien ganó en todas las instancias.
«Luego de haber sido protegido durante varios años por consejeros del Frente para la Victoria en el Consejo de la Magistratura trabando el dictamen acusatorio presentado por el Consejero Ostropolsky, en 2015 finalmente las distintas denuncias que pesaban sobre él (una de la Universidad del Sur por su actividad durante esos años en esa casa de Estudios), el Consejo de la Magistratura votó someter a Jury al Juez de Cámara Montezanti». Piumatto, que acusa la protección de los consejeros del Frente para la Victoria sobre Montezanti, olvida tres cosas: la primera, que los que impulsaron el jury son jueces pertenecientes a Justicia Legítima; segundo que los consejeros que quieren votar en contra, o son del FpV, o son aliados al FpV, o son jueces de Justicia Legítima; y tercero, que para cuando el sindicato denunció a Montezanti, el propio Piumatto era Diputado Nacional por el kirchnerismo.
«Por ello esta campaña orquestada por una agrupación que supo acompañar con cuadros de Gobierno a la última dictadura genocida y a otras anteriores, no es ni más ni menos que una demostración que los cargos contra Montezanti son absolutamente claros». Entre los abogados que se manifestaron a favor de Montezanti se encuentran el renombrado constitucionalista Daniel Sabsay y el ex consejero de la Magistratura Alejandro Fargosi, quien por cuestiones propias a las relaciones espacio-tiempo, difícilmente pudiera haber participado de la última dictadura, salvo que aceptaran cuadros de Gobierno de veinte años de edad.
«La justicia no será independiente si existen jueces que fallen por pedido del poder político o de los lobbys económicos», finaliza su comunicado la UEJN. Que falle por pedido del poder político sindical, parece que sí está bien.