Política

En Comodoro Py, Cristina Kirchner presentó un escrito y habló de “causa de las fotocopias”

25/02/2019

En Comodoro Py, Cristina Kirchner presentó un escrito y habló de “causa de las fotocopias”

Cristina Kirchner se presentó este lunes en Comodoro Py para someterse a las indagatorias vinculadas a la causa de los «cuadernos de las coimas». Pero en vez de hablar con el juez Claudio Bonadio decidió, como de costumbre, presentar un escrito.

En él, la ex presidenta manifestó su malestar frente a las múltiples indagatorias a las que fue citada, a las que calificó de «una suerte de función de cine continuado», y señaló que se pretende hacerla responsable «de la misma presunta asociación ilícita por la cual ya estoy siendo investigada ante otro Juzgado de este fuero y ante dos Tribunales Orales». Al caso de los cuadernos lo llamó irónicamente «la causa de las fotocopias».

Poco antes de las 9, la ex mandataria llegó a los Tribunales y subió al cuarto piso. En el escrito, expresa que los ocho llamados a declarar responden a un «hecho inédito en los anales de la jurisprudencia» y consideró -una vez más-, que todo responde a una «persecución y ensañamiento al que sólo se atrevieron gobiernos totalitarios en tiempos en que el Estado de Derecho se encontraba suspendido».

Pese a que se especulaba con que su estadía en los tribunales de Retiro podía extenderse más, Cristina Kirchner salió del lugar alrededor de las 10:45, por lo que solo permaneció 2 horas.

El escrito está plagado de ironías y generalidades judiciales sobre cada acusación puntual. Y una vez más apuntó al impacto mediático de su situación judicial: «Se han armado un montón de causas para poder citarme a prestar declaración indagatoria y luego procesarme, generando noticias de alto impacto mediático».

Después del primer procesamiento en este expediente, la Sala I de la Cámara Federal Porteña confirmó la acusación como jefa de la asociación ilícita, y Cristina recordó que como parte de la misma incluyeron «a un grupo de funcionarios y algunos empresarios y beneficiaron al resto de los hombres de negocios, quienes dieron a entender que fue nuestro gobierno el que les enseñó a cartelizarse en la obra pública y que pagaron sobornos por haber sido víctimas de coacción».

Con estas referencias como telón de fondo, con críticas al periodista Diego Cabot (que reveló en el diario La Nación el caso de los cuadernos), al fiscal Carlos Stornelli y a los jueces Bonadio y Julián Ercolini, Cristina respondió a las acusaciones causa por causa.

Compra de buques con Gas Natural Licuado

Para la senadora de Unidad Ciudadana, la citación a indagatoria «constituye un caso paradigmático de arbitrariedad» y volvió a referirse a una «causa pseudo-judicial». Los procesamientos en esta causa -iniciada hace cinco años y luego vinculada al caso de los cuadernos- fueron revocados por la Cámara federal porteña, y dispuso la falta de mérito de todos los imputados, «dado que la decisión de Bonadio, impulsada por Stornelli, se basaba en una pericia falsa. Sí, tal cual se lee: jueces y fiscales armando causas y metiendo gente presa con pericias falsas», replicó Cristina.

La pericia volvió a realizarse por orden del juez Bonadio y con los resultados en el juzgado realizó una nueva ronda de indagatorias. Ahora la ex mandataria planteó que el 5 de noviembre del año pasado «se presentó “espontáneamente” en la fiscalía de Stornelli el ahora no abogado y no experto en delitos complejos Marcelo D’Alessio. Todo desopilante».

D’Alessio, quien bajo juramento declaró ser abogado (algo que aparentemente no es), «aportó documentos que supuestamente corroborarían el pago de sobreprecios en la importación de buques con gas licuado. Además, el falso abogado al que tanto crédito, por lo visto, le dieron Bonadío y Stornelli, lisa y llanamente me atribuyó haberme interesado en tal supuesto negocio, dando instrucciones para que el ENARSA aprobara unas pólizas de seguro que no habrían resultado convenientes en términos de costos y beneficios para dicha empresa», planteó.

En su descargo, Cristina expresó que el supuesto pago de sobreprecios en la importación de buques con GNL «ya sufrió un severo traspié con la resolución adoptada por la Sala I de la Cámara de Apelaciones, cuando revocó los procesamientos que habían sido dictados; además, se trata de transacciones en las que no tuve ningún tipo de intervención, ya sea directa o indirecta, y no existe un solo elemento de prueba que me vincule tan siquiera remotamente con estos hechos».

Subsidios a los colectivos

«Se me convoca a prestar declaración indagatoria por supuestas irregularidades en las que obviamente no pude haber tenido intervención alguna y que solo habría sido posible descubrir en base a las medidas adoptadas por mi propio gobierno. Es más, soy jefa de una asociación ilícita que recauda dinero por subsidios a colectivos y yo misma dispongo una medida para que el supuesto delito quede en evidencia», refutó la ex Presidenta y reiteró:  «Se trata de un verdadero disparate».

En este expediente se investigaron presuntos pagos ilegales efectuados por distintos empresarios ferroviarios, con el fin de mantener sus concesiones y obtener subsidios estatales. El juez Bonadio determinó que en el área de transportes, durante el período comprendido entre el 1º de junio de 2003 y el 31 de mayo de 2012, «los cobros eran recaudados por Ricardo Raúl Jaime y Juan Pablo Schiavi, en sus condiciones de Secretarios de Transporte; ambos dependientes del Ministro de Planificación Federal, Julio Miguel De Vido. En esta área, las personas a cargo de las empresas concesionarias de los ferrocarriles pagaban a los nombrados Jaime y Schiavi entre un 5% y un 30% de los subsidios entregados por el Estado Nacional”.

Cristina Kirchner refutó el planteó: «Como siempre, es absolutamente difusa, ilógica y arbitraria, forzoso es concluir que jamás ordené ni recibí ningún pago ilegal por parte de los concesionarios ferroviarios, con quienes además tampoco mantuve ningún tipo de relación personal o funcional».

Aviones con diarios al Sur

Esta causa se basa en la utilización de la flota aérea presidencial de manera irregular, para enviar diarios y una serie de muebles a la provincia de Santa Cruz. Sobre ella, Kirchner habló de «denunciantes», que «reiteran sus acusaciones» y «los mismos medios de comunicación, vienen repitiendo la misma versión que, incluso para algunos, adquirió el carácter de leyenda». Para la Senadora, Bonadio no debía intervenir en esta causa que llegó por sorteo a su juzgado.

«Jamás, ni Néstor Kirchner ni la suscripta, utilizamos los bienes del Estado en nuestro propio provecho o fuera de lo que importaba el cumplimiento de funciones oficiales. Quien afirme lo contrario indudablemente miente, y cuando las actuaciones lleguen a una instancia oral y pública, espero que ante Tribunales imparciales, ello quedará debidamente desvirtuado», se defendió.