Elevan a 2 millones la recompensa por Pérez Corradi
Con el objetivo de profundizar la búsqueda de quienes estuvieron detrás de los condenados por el triple crimen de la efedrina, que se fugaron del penal de General Alvear para ser recapturados 15 días después en Santa Fe, el ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires incrementó de 100.000 a 2 millones de pesos el monto de recompensa para dar con Ibar Esteban Pérez Corradi, el nexo local con un cartel de narcos mexicanos que está prófugo con pedido de captura internacional.
El ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, fue el encargado de hacer público este anuncio, que se da después de la detención de los hermanos Lanatta y Víctor Schillacci, quienes están condenados por haber sido los sicarios de Forza, Ferrón y Bina, tres empresarios del rubro farmacéutico que quisieron desbancar del negocio de la importación de efedrina a empresarios mexicanos con supuestos nexos con el anterior gobierno nacional.
«La gobenadora (María Eugenia Vidal) me ha encomendado incrementar la recompensa al máximo: se habían ofrecido 100 mil pesos y hoy mismo voy a sacar el decreto para llevarlo a 2 millones de pesos”, dijo Ritondo.
El funcionario fundó la decisión en que una recompensa de igual magnitud funcionó bien en el caso de los tres fugados de Alvear. “En el caso de los prófugos de Santa Fe, provocó muchos llamados y alertas que nos ayudaron», indicó.
Pérez Corradi estuvo detenido hace unos años con prisión preventiva pero se venció el plazo legal sin que se obtuvieran pruebas para llevarlo a juicio y condenarlo. Quedó en libertad y cuando se obtuvieron pruebas se profugó. Actualmente pesa sobre él un pedido de captura internacional de Interpol.
Con su corta edad, 38 años, es millonario desde hace años y es considerado el nexo de narcotraficantes mexicanos para los importaba toneladas de efedrina, parte de la cual iba a laboratorios y el resto al mercado negro para elaborar drogas sintéticas.
Comenzó trabajando como empleado del Banco Nación entre 1996 y 2002, mientras incursionaba en el mercado de los medicamentos. A finales de 2006 se convirtió en socio financista que de empresarios de rubros desconocidos y se mudó a Los Polvorines a Martínez, zona norte del conurbano bonaerense.
Se conocen a su nombre dos sociedades anónimas: Odín Concept SRL, dedicada a la comercialización de principios activos relativos a la industria farmacéutica, y la constructora C&C Building, en sociedad con Martín Eduardo Lanatta, uno de los condenados por el triple crimen.
Fue también director de la empresa Elaboradora de Productos Biológicos SA.
Todas sus empresas mayoritariamente son del rubro de droguerías, como pantalla para la importación de activos y suplementos químicos destinados al mercado negro.