El Gobierno impulsa una nueva ley de alquileres para sectores de bajos ingresos
Después de que el proyecto de ley de alquileres perdiera estado parlamentario, el Gobierno trabaja en una nueva versión que se centraría en regular la situación para los sectores socialmente más vulnerables, de manera de que puedan acceder a un alquiler formal con un mayor abanico de garantías y menos costos de ingreso.
«Desde la Secretaría de Vivienda buscamos generar una política de alquiler social como un elemento más de la política habitacional. En la discusión del año pasado terminamos inmersos en el todo, cuando los alquileres de tipo comercial no son de nuestra incumbencia ni tampoco los domiciliarios de gente de ingresos más altos, ya que ahí no está el problema de la parte más débil», afirmó el secretario de Vivienda, Iván Kerr.
En cuanto a cuál sería el nivel de precio de estos alquileres a partir del cual se tomaría al futuro inquilino como vulnerable, aclaró que seguramente se determinará un valor en UVA (unidad de valor adquisitivo), ya que este índice se actualiza constantemente.
«El año pasado hablábamos de hasta 1500 UVA, que equivalían a contratos de alquiler de unos $30.000, y agentes inmobiliarios del interior nos dijeron que la mayoría de la oferta inmobiliaria en las provincias se ubica por debajo de ese número. No hay un único mercado. Y si ponés un valor muy por debajo, no sirve para la ciudad de Buenos Aires», explicó.
Sobre las comisiones, adelantó que el valor también podría quedar librado a las distintas jurisdicciones y que el propietario debería hacerse cargo para el caso de inquilinos de bajos ingresos, mientras que el resto del mercado podría acordar este punto más libremente.
Sobre la garantía para los propietarios, que en la ciudad de Buenos Aires se ciñe a la garantía real (el inquilino debe presentar un inmueble de un tercero como tal), adelantó: «Estamos hablando de cinco alquileres por adelantado para iniciar un contrato. En todos los países de la región hay garantías bancarias o seguros de caución, que son una mejor garantía que la real, porque si tenés un problema es más fácil ejecutar una garantía bancaria que reclamar contra la propiedad del pariente del inquilino», apuntó Kerr.
Consultado sobre la duración del contrato, dijo que el ideal serían dos años, con posibilidad de renovar por uno más sin incurrir nuevamente en todos los gastos, y que todavía no tienen decidido cuál podría ser el mecanismo de actualización del alquiler.
Por último, adelantó que, a pesar de la resistencia de los propietarios, van a insistir en un régimen de blanqueo de contratos de alquiler, no «de un día para el otro, pero sí gradual», con algún incentivo para dueños e inquilinos, ya que, según la AFIP, ocho de cada diez contratos de alquiler son informales.
Principales puntos del proyecto:
- Sectores vulnerables: La idea no es regular todo el mercado, sino los contratos hasta cierta cantidad de UVA, en los que el inquilino sería más débil frente a los propietarios.
- Comisiones libres: Las establecerían las distintas jurisdicciones y el propietario debería hacerse cargo del pago en el caso de inquilinos de bajos ingresos.
- Mayor abanico de garantías: Buscan que la garantía real de un inmueble no sea la única forma de acceder, sino que se pueda hacerlo con una garantía bancaria o seguro de caución.
- Más transparencia: Van a insistir en un régimen de blanqueo de contratos de alquiler, no «de un día para el otro, pero sí gradual», con algún incentivo para dueños e inquilinos.
- Registro del Banco Central: Una posibilidad es que el Banco Central cree un registro de propietarios e inquilinos para que haya un historial de comportamiento.