Combinaciones de alimentos que nunca tenés que hacer
A la hora de comer generalmente no tenemos en cuenta qué productos son mejores para nuestra alimentación y el cuidado de la salud, por eso te contamos cuáles son las combinaciones que nunca tenés que realizar para no entorpecer la digestión ni sentirnos pesados.
Muchas veces resulta complicado poder elaborar un buen menú, considerando los tiempos y las obligaciones que afrontamos en la semana, lo que a veces nos lleva a terminar sufriendo de acidez, indigestión o fuertes dolores de estómago, que resultan demasiados molestos.
Pero antes de hablar de las combinaciones de alimentos que deberías evitar no está de más recordar que las proteínas están presentes en alimentos como los huevos, los quesos, el pescado blanco y el marisco, las carnes y las legumbres. Los carbohidratos aparecen en las frutas, las patatas, el maíz, el arroz o la pasta integral entre otros. Las verduras y hortalizas forman parte de los alimentos antioxidantes
No conviene mezclar proteínas con carbohidratos
1- Cada una para descomponerse en el estómago, necesita respectivamente de jugos gástricos ácidos y alcalinos. Cuando estos se mezclan se neutralizan, y por ello el estómago sufre al intentar digerir los alimentos, llegando en muchos casos a no hacerlo y provocando esas molestas indigestiones o la acidez estomacal.
Ejemplos:
Panqueques con huevo
Hamburguesas
Los carbohidratos y las proteínas se digieren de manera diferente, por lo que consumirlos juntos, puede hacer que la digestión sea más complicada. Varias dietas han salido en torno a este concepto y afirman que si se separa carbohidratos de proteína, se perderá peso.
Evita mezclar dos proteínas
2- Tampoco se deben consumir dos proteínas en una misma comida ya que esta es una mala combinación de alimentos. En cambio es algo más saludable mezclar dos carbohidratos.
Ejemplos:
Tocino y huevos
Frutos secos y yogur
Por qué: las proteínas concentradas toman mucho tiempo para descomponerse, comprometiendo más el sistema digestivo y agotando la energía. La combinación de diferentes carnes o carnes con pescado, hay que evitarlas.
En vez: Lo mejor es comer carne en el último curso de tu comida. El primer platillo no debe ser la carne; deben ser vegetales ligeros o proteínas. La carne debe ser el último platillo, ya que fuego digestivo y las enzimas están en su pico. Nunca esperar más de 10 minutos entre los platos en la misma comida, ya que el apetito y las enzimas digestivas comienzan a apagarse. Si tienes que comer dos fuentes de proteínas concentradas juntas, lo mejor es agregar verduras de alto contenido de agua, como las cebollas, coliflor, brócoli, o lechuga.
No mezclar proteínas y almidones
3- No es conveniente mezclar proteínas y almidones porque son dos nutrientes que pueden no llegar a saciar al estómago con lo cual es frecuente consumir más de la cuenta y ralentizar el proceso de digestión. Las proteínas se degradan y el almidón comienza a fermentar provocando un intestino lleno de gases.
Ejemplos:
Carne y papas
Pollo y pasta
Por qué: Si una proteína animal se come con un hidrato de carbono, como la carne y un pedazo de pan o una papa, los diferentes jugos digestivos anularían la eficacia de cada uno: “La proteína se pudre y los hidratos de carbono se fermenta. El resultado es gas y flatulencia en el sistema.
Agregar enzimas de proteínas y enzimas de carbohidratos en el mismo espacio y tiempo, básicamente, hace que todo sea “impuro”, pero también se admite que los cuerpos de muchas personas se adaptan a los alimentos tradicionales como arroz y sushi, y, sí, la carne y las patatas, también. Y a combinaciones como los frijoles y el arroz, que hacen una proteína sana, completa, y no aplican a esta categoría de “mala combinación”. “El arroz y los frijoles tienen un efecto sinérgico, promoviendo una mejor asimilación de cada uno cuando están juntos.
En su lugar: Combina proteínas o almidones con verduras sin almidón. Si tienes que mezclar proteína animal y almidón, agrega las verduras de hoja verde para minimizar los efectos secundarios negativos.
No combinar almidones y azúcar
4- Almidones y azúcares deben ir en comidas separadas. Los almidones y el azúcar tampoco deben ir juntos, así que olvidémonos del pan con mermelada o con plátano porque combinamos dos nutrientes que se digieren de forma diferente, esta es una mala combinación de alimentos.
Ejemplos:
Panqueques y miel
Cereales con leche
Cuando el azúcar se combina con el almidón, al entrar a la boca la saliva que se secreta durante la masticación no contiene ptialina, interfiriendo de este modo con la digestión del almidón antes de llegar al estómago. Esta combinación bloquea que el azúcar pase a través del estómago hasta que el almidón se digiere, causando fermentación.
El resultado de la fermentación de azúcares es ácidos, y a la vez compromete más la digestión de los almidones, que requieren medios alcalinos para ser digeridos.
Por ejemplo, la mantequilla que es grasa y el pan que es un almidón, son perfectamente compatibles, sin embargo cuando le pones miel o mermelada, introduces azúcares a la mezcla, lo cual interfiere con la digestión del almidón en el pan.
El mismo principio se aplica a los cereales espolvoreados con azúcar, pasteles con merengues, tartas dulces, etc.
No combinar el azúcar y las grasas
5- El azúcar y las grasas no deben andar de la mano porque aunque el azúcar es fácil de digerir cuando lo unimos a las grasas, retardamos el proceso.
Ejemplos:
Pan dulce
Helados
Pasteles en general
Postres que lleven lácteos y frutas
Licuados con leche de vaca
Por ejemplo, los licuados de leche de vaca con plátano son una malísima combinación y puede causar estragos en tu organismo, tales como gases y pesadez después de tomarlo. Además, forman toxinas y debilita mentalmente. Sin embargo, si es uno de tus alimentos favoritos, trata de hacer licuados con leche de vaca orgánica sin pasteurizar rebajada con un poco de agua, a su vez escogiendo un plátano que sea ya maduro y agregando cardamomo o nuez moscada para ayudar en la digestión.
Por otro lado, combinar frutas ácidas con lácteos altera la flora intestinal, causa congestión nasal, resfriados, tos, alergias y genera toxinas. Evita alimentos que causan congestión como el yogurt frío con frutas. Sin embargo, si no puedes resistir la tentación de comer un yogur, existen maneras de hacerlo más ligero para la digestión. Elige un yogur natural casero a temperatura ambiente y añade un poco de miel de abeja, pasas y canela en vez de frutas ácidas.
6- En el caso de la fruta lo más sano y saludable es consumirla sin ningún otro alimento, ya que el azúcar natural que contiene la fruta acelera el proceso de fermentación de cualquier alimento en el estómago, ocasionando los empachos, la indigestión y que las numerosas y beneficiosas vitaminas de la fruta no se lleguen a aprovechar del todo.
Si consumes frutas cítricas como es el caso del limón, la piña o la naranja, debes esperar veinte minutos antes de consumir nada más, para permitir que estas frutas sean asimiladas correctamente por el organismo y así ayuden a limpiar y preparar el estómago para su correcto funcionamiento diario. En el caso del resto de la fruta lo ideal es consumirla media hora antes o dos horas después del resto de la comida.