Boicot a la 88º edición de los Oscars

A las pocas horas de darse a conocer la lista de los nominados a los premios Oscars -que se entregarán el próximo 28 de febrero en Los Ángeles, California- , miles de internautas utilizaron el hashtag #OscarsSoWhite (Oscars tan blancos) para mostrar su descontento en las redes sociales, por no incluirse el nombre de ningún actor ni actriz negro.
Esta situación se repite por segundo año consecutivo y generó una gran revuelta en los medios, debido a que los 20 nominados de las categorías, son todos actores y actrices blancas, con ascendencia europea, algo que tan sólo había ocurrido en dos ocasiones entre 1998 y 2014.
A raíz de esto, en las últimas horas el director de cine Spike Lee y Jada Pinkett Smith, esposa del actor Will Smith, se mostraron indignados y anunciaron que no piensan asistir a la ceremonia.
En ese sentido, Chris Rock, el humorista afroamericano que presentará la gala, también hizo alusión a la falta de diversidad en su cuenta de Twitter, donde caracterizó a los Oscars como “la apuesta de los premios blancos”.
A partir de esta controversia desatada por las nominaciones, la Academia salió en respuesta ante la falta de diversidad racial, tema que hoy abarca a los principales círculos de HollyWood. Su presidenta pidió paciencia y aseguró que “se están tomando medidas para que en un futuro cercano haya mayor diversidad racial entre los aspirantes al Oscar”.
Un galardón de blancos
Según un estudio del diario Los Angeles Times de 2012, el 94 por ciento de los miembros de la Academia de Hollywood con derecho a voto son blancos y de ellos un 77 por ciento son hombres. Tan sólo el 2% de los votantes son de raza negra y, aun menos, son los de origen latino.
Los entendidos señalan que la misma situación se da en los cuadros directivos de los grandes estudios de cine, en los que hay muy pocos ejecutivos que sean mujeres u hombres pertenecientes a minorías.