Sociedad

Paso a paso: cómo fue el rescate de los niños atrapados en una cueva de Tailandia

11/07/2018

Paso a paso: cómo fue el rescate de los niños atrapados en una cueva de Tailandia

Los equipos de rescate completaron este martes el rescate por fases de los doce niños y el tutor que habian quedado atrapados a unos cuatro kilómetros de profundidad en la cueva Tham Luang, en el norte de Tailandia, el 23 de junio.

Los últimos en salir fueron el entrenador y uno de los estudiantes después de haber permanecido en el interior de la caverna un total de 17 días desde que decidieron visitarla tras completar un entrenamiento de fútbol.

Una súbita tormenta provocó la crecida de las aguas e inundó parte de los túneles en el camino de salida, aislando al grupo en una cavidad. Una de las madres dio la voz de alarma al ver que su hijo no regresaba.

El 24 de junio, las autoridades desplegaron un millar de militares para las tareas de rastreo de los desaparecidos, a los que se sumaron centenares de voluntarios internacionales, entre ellos un español.

Los laberínticos pasadizos parcialmente inundados de la cueva y susfuertes desniveles dificultaron el rastreo de los atrapados. Aun así, efectivos del cuerpo de élite de la Marina tailandesa encuentran en el interior de la gruta huellas de los desaparecidos. Las autoridades comienzan a instalar en los días siguientes bombas de extracción de agua para drenar los pasadizos empantanados.

El 27 de junio, un equipo de expertos buceadores británicos se unieron en al contingente internacional que colabora en la búsqueda, junto a expertos de Australia, Estados Unidos, China, Dinamarca, Finlandia, Israel y Japón, entre otros países.

En paralelo, comienza el rastreo en la superficie de la montaña para localizar fisuras o chimeneas que sirvan de entrada alternativa a la caverna. La búsqueda submarina es suspendida esta jornada por el riesgo que suponen las fuertes corrientes.

Entre el 29 y el 1 de julio, los equipos de salvamento alcanzaron la llamada “caverna 3”, situada a unos 1,5 kilómetros del punto donde estaban los desaparecidos, a unos 2,5 kilómetros de la entrada, e instalaron más tuberías para aumentar el volumen de drenaje de agua.

Nueve días después de iniciarse la búsqueda, dos buzos británicos localizaron a los nenes en una isleta de terreno elevado a unos cuatro kilómetros en el interior de la cavidad.

Las tareas de búsqueda se transformaron entonces en una misión de rescate repleta de retos, para el que las autoridades barajaban dos opciones: sacar al grupo buceando por parte de los túneles subterráneos o encontrar una hueco en la montaña que sirviera de ruta de salida alternativa.

El 3 y 4 de julio, un equipo formado por diez militares le dieron a los niños, muchos de los cuales no sabían nadar, un curso acelerado sobre el manejo de los equipos de buceo, una de las opciones que balas autoridades como la más factible para salir de la cueva.

Sin embargo, el nivel del agua seguía alto en los puntos cruciales para la operación de salvamento, aunque se habían drenado más de 130 millones de litros desde el inicio de las operaciones de rescate.

La dificultad de la operación quedó patente con la muerte de un voluntario antiguo miembro de los grupos de élite de la Marina local, al quedarse sin aire durante una misión subacuática.

El portavoz oficial de las operaciones asegura que ven “condiciones favorables” para iniciar el rescate en un futuro próximo. Los menores contactan con sus familias vía carta: “Estamos bien, no os preocupéis”.

El domingo, seis días después de encontrar a los menores, las autoridades dieron inicio a la operación de rescate a través de las aguas que empantanan el complejo subterráneo. Para la arriesgada misión, los buzos colocaron a los escolares una máscara especial que cubre toda la cara y permite respirar de una manera más natural, así como comunicarse con los rescatadores.

El operativo discurrió de manera gradual y en pequeños equipos formados por dos buzos y un nene. Los cuatro primeros rescatados salieron al exterior ese mismo domingo y fueron trasladados al hospital provincial para evaluar su estado de salud.

Las autoridades informaron de una pausa en los operativos de salvamento para reponer el material utilizado y proceder a la segunda misión el lunes.

Al día siguiente, la segunda misión rescató a otros cuatro de los futbolistas, que salieron de la cueva por su propio pie y también fueron ingresados en el centro hospitalario. Una nueva interrupción por motivos técnicos precedió a la tercera y última operación de rescate.

Las autoridades informaron que seguirían con ellos el mismo proceso de extracción y sanitario que con los anteriores rescatados. Los resultados han sido satisfactorios.

Finalmente, el 10 de julio se completó la evacuación de los cuatro chicos y el entrenador que seguían en el interior de la cueva.